La Iglesia de Nuestra Señora de Bisila es una iglesia dedicada a la Virgen de Bisila y esta situada en el Pico Basilé en la isla de Bioko a unos 3.000 metros de altura sobre el nivel del mar. La iglesia tiene forma de cruz latina, con acabado en mármol y granito; ocupa una superficie de 300 metros cuadrados con capacidad de albergar a 150 personas y está equipada de varias esculturas. La imagen de la virgen tiene 11 metros de altura.
Se espera que esta nueva iglesia sirva como centro de visitas de interés turístico y de peregrinación, para venerar a la Santísima María de Bisila.
La iglesia fue inaugurado el dia 28 de Mayo de 2016 por el Nuncio Apostólico del Papa Francisco para Camerún y Guinea Ecuatorial, Piero Pioppo, ayudado por el Arzobispo metropolitano de Malabo, Juan Nsue Edjang Maye. A la ceremonia asistieron personalidades nacionales, eclesiásticas, cuerpo diplomático y la población cristiana de Bioko.
La iglesia ha sido construida por la empresa egipcia Arab Contractor y financiado por el Gobierno de Guinea Ecuatorial
Nuestra Señora de Bisila o Virgen de Bisila es una advocación mariana, es la patrona de La Isla de Bioko en Guinea Ecuatorial ubicado en Africa .
Su estatua se construyó en 1986, encargándose de su ejecución el escultor Modesto Gené.
La figura de la Virgen se erige a medio camino de la ascensión del pico Basilé a unos 2.800 metros de altitud, en un regazo del camino, desde donde las panorámicas a Malabo son envidiables. En la década de los 80, el Arzobispo de Malabo, Monseñor Nzé Abuy, propone la idea de patronazgo de la Archidiócesis de Malabo, que es secundada por todo el pueblo, iniciándose de esta manera la petición oficial y la insistencia ante la Santa Sede para que se aceptase el título de “Nuestra Señora de Bisila” como una advocación mariana. Con la Bula Pontificia de SS el Papa Juan Pablo II “CONVENIENTER MATER” del 26 de Mayo de 1986, registrada bajo el decreto Nº 603/86, firmado por el Cardenal Agustín Cassaroli.
El reconocimiento de Bisila por la comunidad cristiana se llevó a cabo gracias a la labor de los sacerdotes Aimemí y Amador Martín, que tras escuchar los relatos de la comunidad bubi y encontrar una semejanza con los hechos de la Virgen María, entiende que la labor de evangelización puede simplificarse utilizando la figura de Bisila como advocación de María Virgen Madre de Dios.